Comencemos por abrir los ojos y sorprendernos de que tenemos ojos para abrir. Miremos la increíble variedad de colores que nos son ofrecidos todo el tiempo para nuestro puro disfrute. Miremos el cielo, cómo es diferente cada momento, a medida que pasan las nubes… Cuando miramos el cielo, solemos pensar en el tiempo meteorológico, es decir, reparamos en si el tiempo es bueno o malo, pero ¿qué pasa si miramos este tiempo de hoy como un tiempo único, un tiempo que no volverá nunca a ser lo mismo que es ahora? Abre tus ojos, mira ESO. Mira la cara de la gente que conoces, que nunca podríamos comprender completamente. No solo su historia, sino la de sus ancestros, nos remontamos hasta ellos. Todos llegamos venimos de tan lejos.
Y en este momento presente , hoy, deja que toda la gente que conoces, toda la vida de las generaciones y de tantos lugares del mundo, fluyan juntos y se reúnan aquí contigo, como un don de agua viva, sólo abre tu corazón… y bebe. Abre tu corazón a los dones increíbles que la civilización nos da, prender un interruptor y tener luz eléctrica, abrir un grifo y tener agua caliente o fría, tener agua potable, un regalo que millones y millones de personas en este mundo nunca experimentarán… Estos son sólo algunos de un número enorme de regalos, a los que podemos abrir nuestro corazón. Por eso, deseo para Uds. que nuestro corazón se abra a todas estas bendiciones, y que fluyan a través nuestro, que todos los que se reunan con nosotros en el día de hoy, sean bendecidos por nosotros. Solo por nuestros ojos, nuestra sonrisa, nuestro toque, sólo por nuestra presencia. Que la gratitud fluya en torno a nosotros y nos bendiga. Entonces, el día de hoy, realmente será un buen día.”