Vacaciones en Pandemia: Permiso para pausar






Chocolate por la noticia. La pandemia ha cambiado nuestros hábitos, nuestras posibilidades prácticas o económico-financieras para vacacionar. Muchos se han quedado en casa. A pesar de las dificultades tratamos de ser creativos e inventar algún modo de cambiar la rutina, contactar con la naturaleza luego del prolongado encierro, hacer un paréntesis a las obligaciones, o disminuir sensiblemente la carga horaria de trabajo para hacer espacio a la satisfacción de otras necesidades emocionales y biológicas ligadas al descanso. Nuestro cerebro necesita reposar. Cambiar de estímulos. Los que hemos podido trabajar durante la pandemia, en general lo hemos hecho de manera intensiva y en condiciones diferentes lo cuál ha demandado esfuerzos de adaptación importantes. Al mismo tiempo los fines de semana fueron menos reparadores en las zonas urbanas durante el confinamiento. Muchas personas en distintas actividades expresan el sentimiento de sobrecarga, agotamiento, hastío. ¿Qué cosa podemos hacer para relajarnos, para recuperarnos psicofísicamente? Si tenés la posibilidad de gestionar algún cambio que tu cerebro registre como «vacaciones» (por simple y pequeño que sea) planificá alguna cosa, aunque no hayas llegado al extremo del agotamiento. No es necesario ni recomendable llegar a tanto! Armar alguna minivacación, lo que se pueda de acuerdo a la posibilidad de cada uno, es una conducta de AUTOCUIDADO. La actitud de cuidarnos, de conectar con la necesidad de descanso es el primer paso. Preguntas: ¿Qué necesito para descansar? ¿Cómo puedo experimentar ese descanso en las condiciones actuales? Incluso si te tomás las vacaciones en casa será recomendable que organices una rutina marcadamente diferente que le informe a tu cerebro «estoy de vacaciones» y lo más importante de todo: que puedas sentir a conciencia alguna clase de alivio, de novedad, de alegría, de agradecimiento por estar experimentando ese cambio junto al permiso para descansar y para ponerte de formas simples en primer lugar, un ratito por día. En familia, no es fácil, ya sabemos. ¡Pero no es imposible! Todo en la vida mejora con atención y un poco de organización. Buen descanso!