ZEN Y PSICOTERAPIA: La vida como obra de arte

La pintura puede convertirse en una experiencia meditativa tanto para el pintor como para quien contempla la obra. Todo depende de la actitud. Ponernos en estado de receptividad y apertura, dejarnos impresionar por la obra artística, parar la mente, y dejarnos llevar por  nuestra intuición y nuestros sentidos.


"No comienzo casi nunca con una visión precisa. Comienzo con una idea pictórica que procede en general de mi mundo interior. Quizás, algunas veces, la imagen proceda de un hecho lejano de mi inconsciente, como en un sueño"                
                                                                                                    R. Motherwell
"Es preciso que la idea de todas las cosas ya esté acabada en el corazón del artista, para que la ejecución del cuadro que realiza espontáneamente, lo diluido-concentrado, lo claro-oscuro, lo suave-fuerte, lo virtual-lo manifestado, esté animado por la corriente vital que anima el universo."
                                                                                                               Wang Yun
El sumi-é (Aguada Japonesa) como el resto de las disciplinas artísticas orientales, tiene su principal sustento espiritual en la influencia directa del taoísmo y el budismo Zen, esto es la búsqueda del sentido de interioridad.  Una conexión íntima con la naturaleza es lo que define a esta antigua pintura, buscando permanentemente la sencillez y simplicidad (austeridad) para crear una composición de trazos sugestivos y vitales. 


Por su parte también en Occidente, Kandinsky, ha considerado que el arte es uno de los más poderosos agentes de la vida espiritual. (1)

                                                    
Claudia Ferrari, es una artista plástica argentina formada en la técnica del sumi-é.

Esto le da una impronta singular a sus paisajes.  

Escuchemos lo que dice Claudia:  
"A través del paisaje, de las distintas formas en que se nos presenta la Naturaleza, intento captar ese instante de iluminación, ese estado súbito de conciencia -satori- donde lo comprendemos todo y, a la vez, nos maravillamos con ese milagro inasible que es la vida y de la que poco y nada sabemos."
POR EL CAMINO, sumi-é color sobre papel de arroz, 0,70 m x 0,90 m.

"Busco ese momento en que la luz, las ramas, una hoja, un tronco nos cuenta la historia. Las palabras huelgan, la figura humana también. Aunque no estén presentes en cuerpo y forma, lo están en espíritu. Son paisajes habitados."

"El vacío es un aspecto crucial en mi obra que se identifica con la estética Zen. " 
"La pintura Zen se ejecuta de una manera espontánea, directa, sin retoque posible".


"El vacío no concebido como ausencia sino como una enorme presencia. Es un vacío en continuo movimiento circular y no deja de ser vacío. Es un juego de yin-yang, de vacío y lleno simultáneamente.El vacío introduce la discontinuidad interna de los elementos y con ellos la continuidad de la obra. Este vacío es un espejo donde se refleja la totalidad. El ojo del espectador busca los elementos (árboles, ramas, senderos) pero halla una respuesta pasiva, una sugerencia en los espacios que gobiernan la obra y promueven ese choque individualizado como satori."


"Mi pintura es un reflejo de mi espíritu y está por encima de cualquier restricción técnica. La mirada Zen es una mirada intuitiva al corazón mismo de la realidad. El vacío preside la obra y el gesto pictórico se convierte en contenido. Los bruscos contrastes de lleno y vacío, de denso y diluido provocan un impacto emocional. Este vacío inquieta, perturba, cuestiona. En algunas obras aparecen escritos en japonés (idioma que estudié por diez años) a través de ideogramas extraídos del Tao o Enseñanzas Budistas que me identifican como así también poemas de Walt Whitman que marcaron una parte importante de mi vida. En el Tao, el tiempo es cíclico y continuo, un tiempo sin principio ni fin. Esto también produce un contraste con nuestra filosofía occidental y el temor a la muerte y el tiempo finito. Es como una afirmación de nuestra presencia sobre la Tierra. "


"Trabajo casi exclusivamente sobre papel porque me brinda posibilidades que la tela no. Es como si el papel tuviera vida propia. Papel de arroz, papel de acuarela de distintos gramajes y texturas, papel preparado para las técnicas mixtas. El papel me produce emoción y desafío. Sobre el papel de arroz utilizo pigmentos naturales de flores (de origen japonés) de acuerdo con las tradiciones del sumi-é. En los papeles preparados, utilizo tanto la acuarela como el acrílico y el óleo en capas sucesivas para lograr riqueza de color y profundidad. (...)  En mis últimos trabajos aparece escondida entre la Naturaleza una escalera que une lo celeste con lo terrenal. Es la escalera de Jacob reinventada  (2) que se repite una y otra vez dándonos la posibilidad de una salida y de  una unión con un mundo mejor. Es una escalera para descender desde el Cielo o para ascender desde la Tierra" -refiere Claudia Ferrari en su sitio web.


Todo esto tiene mucho que ver con el proceso creativo en psicoterapia. 


Aquí tratamos con la textura del discurso, la palabra, el silencio, la plenitud, el vacío, lo cíclico y contínuo, los gestos, los ritmos, el cuerpo y el alma.


El vacío que se convierte en contenido y viceversa. La danza de las polaridades. 


La profundización del contacto intimo del consultante, tanto con su propio interior como con el terapeuta y con la interacción misma, lleva a la experiencia vivencial de polaridades y paradojas, que como en una suerte de satori, se resuelven "sorpresivamente".


Insight, awareness, proceso de darse cuenta.   


De la repetición a la creación. 


Zen en el proceso psicoterapéutico la significación última sólo se capta en el corazón mismo de la vida cotidiana, aquí y ahora en la sesión.  Eureka !


Se trata de una serie de resoluciones que -con la misma cualidad del satori- sorprenden.


Razonamientos lógicos, sentimientos, sensaciones, actos, recuerdos, experiencias, fantasías, "delirios", deseos, necesidades,  yo misma/mismo, los otros y todas mis representaciones duales del mundo (mis ideas de lo bueno y lo malo, por ejemplo),  de repente adquieren una organización singular y sentido diferentes


Las intervenciones terapéuticas son medios, conectores.


Intervenciones para aclarar, diferenciar, interpretar, conectar, favorecer el desarrollo de los recursos y habilidades que hagan falta para alcanzar por parte del consultante esa iluminación singular y propia del mundo y de las cosas. 


Percibir la vida tal como se la vive, sin tamices intelectuales o racionales.


Poner el foco para ir más allá de lo que nos parece lo más patente y obvio.


El zen afirma lo que está ante nuestros sentidos  todo el tiempo y no nos damos cuenta.


El darse cuenta  sería la cúspide de un estado de introspección intuitiva desde la cual se adquiere un nuevo punto de vista del mundo en el que se resuelven los pares de opuestos que representaban un conflicto.


El darse cuenta es como el satori, una apertura que sobreviene cuando el alma está madura para ello, como el pétalo de una flor que se abre. Entonces nos descubrimos a nosotros mismos, pero como si fuera un retorno, un regreso a nuestra patria natal.


"Todo es lo mismo y todo es diferente" (3)


El darse cuenta, el insight terapéutico, los procesos de cambio, NO SON un punto de llegada, ni un estado que se encuentre en el grado final de un movimiento progresivo que iría del error a la verdad, de la carencia a la adquisición o de la oscuridad a la luz...


Se trata de una nueva comprensión nutrida de experiencias, que adviene mientras hacemos camino al andar,  en el proceso terapéutico.
"No hay un camino establecido para nosotros. Tenemos que encontrar el propio camino en todo momento. Cualquier idea o camino establecidos por otra persona por muy perfectos que sean, no son el verdadero camino para nosotros.  Cada uno debe trazarse su verdadero camino y, una vez trazado, él expresará el camino universal. Este es el misterio." (S. Susuki) (4)


Palabras. Vivencias. Pinceladas.


"Una pintura nunca está terminada; simplemente se detiene en lugares interesantes". (Paul Gauthier)








  Notas y Bibliografía:


(1) RIOS, Rubén H.: " LA NOCHE OSCURA DEL ALMA - Ensayo sobre el orígen de la vida espiritual", Editorial KIER, Colección Búsqueda Interior, Buenos Aires, 2006. (El vuelo del alma pág 105-184)


(2)  la Escalera de Jacob:  La experiencia espiritual genuina tiene características muy particulares, siendo profundas y al mismo tiempo universales, siendo únicas en el tiempo y en el espacio, y al mismo tiempo relativas, pues toda experiencia religiosa toca factores arquetípicos genuinos comunes a toda la humanidad. La escalera de Jacob y su movimiento de ascenso y descenso por donde suben y bajan los ángeles, no es sólo particular a la experiencia de revelación judía, sino que se manifiesta también en otras tradiciones.


(3) NARANJO Claudio: "PSICOLOGÍA DE LA MEDITACIÓN", Editorial Estaciones, Buenos Aires 1989.   pág 156


(4) SUSUKI, S.:  "MENTE ZEN, MENTE DE PRINCIPIANTE - Conversaciones informales sobre meditación y práctica Zen", Editorial Estaciones, Buenos Aires, 1989  (3) pág 125