Psicotrampas


"Pensar en positivo para superar el dolor produce el efecto contrario", dice el psicólogo italiano Giorgio Nardone.

En su libro 'Psicotrampas' analiza las principales causas del sufrimiento humano y presenta soluciones desde el punto de vista de la "terapia breve estratégica" de la cuál es creador.

La terapia breve estratégica es un modelo centrado en la búsqueda de soluciones como base para entender cómo funciona el problema

Nardone sostiene que el ser humano se construye trampas mentales a través de mecanismos psicológicos y que es su repetición durante mucho tiempo, lo que puede acabar derivando en una psicopatología grave.

La propuesta general de la terapia breve estratégica es una herramienta útil para complementar los procesos terapéuticos focalizados. 


Según Nardone, el ser humano "se ha complicado la vida al aplicar unos mecanismos determinados sin preocuparse de los resultados, o utilizando siempre la misma estrategia a la hora de afrontar problemas distintos". En el peor de los casos, estos mecanismos han acabado derivando en lo que él llama psicotrampas, ya que “la naturaleza no nos ayuda" (debido a nuestra constitución y respuesta neurofisiológica) , y "la cultura tampoco nos ha salvado" (porque nos ofrece un menú de opciones a menudo demasiado limitado). 

Nardone rechaza las teorías que aseguran que modelamos nuestras pautas de comportamiento durante nuestra infancia,  esto suena raro porque es algo que uno verifica todos los días a partir de las historias vitales de las personas..., pero a lo que Nardone se opone en realidad es a la idea de que alguien esté condenado por su historia a permanecer inalterable. “Lo único que aprendemos de nuestros errores es que seguiremos repitiéndolos”, este anatema para los seres humanos es el que Nardone quiere afrontar aplicando nuevas perspectivas y planes de acción en primera persona que permitan anular el efecto de estas “psicotrampas” que, según él, todos somos susceptibles a convertir en patología, especialmente aquellas personas menos flexibles.

¿Cuáles son las Psicotrampas más comunes, los conceptos para pensar sobre ellas y las estrategias para contrarrestarlas?

1. Todos somos novelistas de nuestra vida. Como la tragedia siempre tiene un final terrible, y nuestra existencia también tiene un final trágico: la muerte, tendemos a la tragedia.

2. Tendemos a complicarnos la vida. La naturaleza no nos ayuda, ya que somos seres hechos para complicarnos la vida porque nuestra naturaleza nos impone el funcionamiento neurofisiológico de repetir aquellos parámetros que nos han funcionado anteriormente. Lo que sucede es que algo que haya podido funcionar en nuestro pasado no tiene porque funcionar en el presente, y más cuando la tipología del problema también es distinta. Nuestra mente hace que elaboremos la misma estrategia con cualquier tipo de problema, y eso es erróneo ya que sólo nos lleva al fracaso. La base de cualquier psicotrampa reside, efectivamente, en repetir constantemente un parámetro que nos ha funcionado anteriormente. Nuestra naturaleza nos impone este mecanismo mental, pero la cultura tampoco nos salva ya que no nos ofrece una serie de herramientas que nos dejen elegir tranquilamente el modelo que necesitamos. Como occidentales, hemos sido todos educados en la racionalidad y la lógica; el problema es que tendemos a aplicar estos conceptos en momentos donde no se pueden aplicar. Muchas estrategias no nos funcionan porque están elaboradas sobre una lógica preconstituida en base a una teoría que no tiene en cuenta la realidad de los hechos.

3. 
Hay dos grupos de psicotrampas: las de acción y las de pensamiento. Si hablamos de pensamiento, la más extendida es la psicotrampa del engaño de las expectativas. Esperar que los demás hagan exactamente lo mismo que yo haría en la misma situación. Hay que entender que cada persona es diferente y no hará lo mismo que yo. Esperamos demasiado de los demás…especialmente de las personas que nos son más cercanas. Cada individuo tiene una percepción concreta de las cosas y nunca la podrá percibir como la otra persona; como no siente lo mismo, su comportamiento y su reacción será diferente. Si yo espero que hagas exactamente lo que yo haría, caeré en una psicotrampa porque me llevaré una desilusión. La estrategia es aceptar que cada persona percibe la realidad desde diferentes puntos de vista y dejar de esperar de los otros que hagan lo que haríamos nosotros. Es importante aprender a ver la realidad con los ojos de los demás y tener previsto que ellos harán algo diferente. Con esto prevenimos desilusiones o sentirse herido por una expectativa falsa. Otras dos psicotrampas de pensamiento muy extendidas son la psicotrampa de la verdad definitiva y del razonamiento perfecto, y ambas son hijas de nuestro razonamiento racional. Creemos que este razonamiento lógicamente perfecto nos salvará de cualquier problema.  Con respecto a las psicotrampas de acción  la más recurrente  es: "Insistir, insistir e insistir". Cuando un ser humano está convencido de que algo "es justo" o "funciona" insiste en ello hasta la saciedad. Por ejemplo, si estoy convencido de que mi pareja no me da suficientes atenciones y se lo digo constantemente, el resultado que voy a obtener es justamente el contrario. Otro ejemplo que tiene que ver con nosotros mismos: si hacemos algo y fracasamos, muchas veces seguimos insistiendo y repitiendo lo mismo pensando que algún día en algún momento esto saldrá bien. Nos transformamos en el burro que quiere mover el árbol con la cabeza. La estrategia para contrarestar esta psicotrampa es detenenrnos a pensar que si una estrategia no ha funcionado en un tiempo, la única opción que nos queda es cambiarla; sustituir la rigidez por la flexibilidad. Al mismo tiempo, se suele decir que un hombre es fuerte cuando no se rinde y sigue insistiendo. Hay cierta presión social a seguir insistiendo y no desfallecer, pero eso es absurdo cuando la estrategia es equivocada de base o no sirve para ese problema concreto.

4. No definimos (para siempre) nuestros patrones conductuales en nuestra infancia. En el momento en el que tenemos capacidad de racionamiento, aproximadamente desde los 14 años, somos nosotros mismos los que construimos nuestra realidad. La realidad no es lo que nos han impuesto en nuestra infancia, sino lo que nosotros hacemos con los demás. Cada persona es responsable y artífice de su destino. No estamos moldeados o condenados por algo que nos sucedió durante nuestra infancia. Construimos la mayoría de los problemas nosotros mismos a través de nuestras tentativas equivocadas a la hora de resolverlos. Si la estrategia no funciona e insistes, complicas más el problema en lugar de resolverlo.

5. Lo primero que tenemos que hacer es observar cuáles han sido nuestras tentativas de solución y, si no funcionan, cambiarlas y dejar de insistir, que es lo que solemos hacer espontáneamente. Es importante dejar de insistir en aplicar soluciones disfuncionales y saber cambiar la estrategia.

6. Las psicotrampas no son síntomas psicopatológicos sino tentativas para enfrentar la realidad que, hasta cierto punto, pueden llegar a funcionar. La trampa es cuando nos excedemos, como un medicamento que en sobredosis puede convertirse en algo nocivo. Ninguna de las psicotrampas es patológica en sí, lo es en el momento en el que exageramos su aplicación.

7. No es que la espontaneidad a la hora de buscar soluciones actúe como saboteadora. La espontaneidad no existe. La espontaneidad es el último aprendizaje que se ha convertido en una adquisición. Si repito algo un cierto número de veces luego acaba saliendo algo natural. Para Nardone, la espontaneidad es "otro de los falsos mitos modernos". 


8. Otra Psicotrampa es esperar demasiado del Pensamiento Positivo: Si le digo a una persona que está deprimida que piense en positivo lo único que obtendré es que se deprima aún más. Pensar en positivo para superar el dolor produce el efecto contrario. ¿Cuándo funciona este tipo de pensamiento? ¡Cuando las cosas ya van bien! Entonces sí que puedes lograr que las cosas vayan aún mejor; pensar en positivo cuando hay cosas trágicas hace que eso vaya todavía a peor. 

10. ¿Qué hay que decirle, entonces, a una persona que está triste o pasando por un momento doloroso? Depende del motivo de su tristeza. Si es porque algo va mal en su vida, se deben analizar sus tentativas de solución y mirar de cambiarlas. Ver qué psicotrampas aplica y encontrar una solución. Hay muchas personas que están tristes porque se esfuerzan en ser felices. A esta gente hay que enseñarle, al menos una vez al día, a darle un espacio a esta tristeza y hacerle concentrar en las cosas que le hacen sufrir para que tomen conciencia. El efecto puede ser doble: o pones toda tu tristeza en este espacio y luego quedas libre, o cuanto más intentas estar triste voluntariamente tu cabeza irá en dirección contraria. Con este efecto paradoxal bloqueas tu tristeza y reaccionas. Esta es “la técnica de la peor fantasía”, que es exactamente la opuesta al pensamiento positivo. Este sería un autoengaño terapéutico, mientras que pensar en positivo es un autoengaño que sólo funciona cuando no tienes un problema tan devastador. Si el problema es más grande, como los derivados de las psicopatologías, el pensamiento positivo no sólo no ayuda sino que te hunde más.

11. El amor es básicamente lo que nosotros ponemos en la otra persona, y no lo que verdaderamente hay en ellas. Cuando estamos enamorados, no vemos más que virtudes en la otra persona, mientras que sus defectos nos parecen virtudes ya que emitimos una luz positiva. La prueba es que, cuando ese amor se apaga, la frase más utilizada suele ser “no es la misma persona que antes”. Y es verdad, porque vuelve a ser lo que era sin lo que yo le he añadido. El amor es un autoengaño útil que nos sirve para vivir mejor. Está bien que las personas se enamoren, ellos no necesitan ayuda sólo por ello. Es un autoengaño funcional que nunca se debe extinguir.

12. La psicotrampa más moderna del mundo globalizado es la socialización de nuestras vidas, hasta las cosas más íntimas. Dos ejemplos muy claros son los reality shows o la tendencia de muchos adolescentes de contar toda su vida a través de las redes sociales. Esto tiene un efecto devastador porque las personas no construyen una propia identidad que sea diferente a la de los demás y, sobre todo, no aprenden a gestionar la responsabilidad de tener algún secreto, de gestionar espacios de intimidad. Hay cosas íntimas que un individuo tiene que guardar para sí mismo o hablarlas sólo con algunas personas escogidas.





Fuente: Diario La Vanguardia de Barcelona del 27 de Abril de 2014