Propósitos para el Año Nuevo.


¿Cómo participar creativamente y a conciencia para alcanzar el mayor éxito posible en el año que se inicia?

Un propósito es una meta, y una meta es un sueño con fecha de vencimiento, sí, sí.

Para alcanzar nuestros propósitos necesitamos transformar el año nuevo en un proyecto, y tomar la responsabilidad de cargar el GPS fijándonos cómo y donde estamos y qué queremos lograr.

Aunque no todo depende de uno, hagámonos responsables y tomemos las riendas del caballo que nos conducirá a lo largo del trayecto.

 Repasemos las ideas principales para ser eficaces ante esta importante tarea:


1. La tendencia a establecer objetivos es el factor más importante para alcanzar el éxito.
Existe relación entre la inteligencia humana y los logros de las personas. Los factores más importantes son la seguridad, la perseverancia y el hábito de definir objetivos. De los tres,
el definir los objetivos es lo más importante.


2. Relación entre objetivos y deseos.
Debemos plantearnos los objetivos como algo que realmente deseamos, algo que nos inspire y nos ilusione. ¿Hay algo mejor que conseguir lo que deseamos? Las emociones son el fijador de los recuerdos a nuestra memoria, y también las que activan positivamente nuestros proyectos,son  el fertilizante de las semillas: Si fueras niñx y te dijeran que en un rato va a pasar una estrella fugaz a la que le vas a poder encargar el cumplimiento de tus deseos, ¿qué cosas le pedirías? Tus objetivos tienen que estar alimentados o conectados con alguna emoción positiva. Nuestra capacidad creativa se alimenta tanto de nuestra capacidad imaginativa infantil como de nuestra responsabilidad y capacidad de organización adultas. Si sentís que algo de esto se dificulta, ponete como primer objetivo hacer lo necesario para recuperar o poner a punto estas herramientas.


3. Si deseamos que ocurra un efecto concreto en nuestra vida, deberemos empezar por poner en marcha la causa de ese efecto: Tendemos a esperar que sucedan cosas por las que no hemos hecho nada. Nadie puede retirar dinero de una cuenta donde no ha puesto dinero antes, ni recoger una cosecha si no hemos plantado antes una semilla, ni podemos esperar a que nos toque la lotería si no hemos comprado un billete. La clave está en activar la causa del efecto que deseamos se manifieste. ¿Cuáles son los factores de los que depende el logro que quiero alcanzar?  Algunos pueden depender de vos y otros no. ¿Cuáles dependen de vos?  Si bien es cierto que no todo depende de vos, lo importante es centrarte en ese algo en lo que podés hacer la diferencia. Siempre hay algo que depende de vos, es importante que descubras qué es, para poder movilizarte en la dirección hacia tu objetivo. No importa que sea un movimiento pequeño. Ya lo dijo Arquímedes: "Denme un punto de apoyo y moveré el mundo". Para empezar un cambio, o la creación de algo nuevo, no hace falta más que un punto de apoyo.


4. “Tanto si piensas que puedes como si piensas que no puedes, estás en lo cierto” dijo Henry Ford. La programación mental, hace del hombre su forma de ser, sus poderes y su destino. Henry Ford sabía que tal como piensa un hombre así es su vida. ¿El pensamiento está antes de la acción y de la emoción? ¿O está primero la emoción? A veces una cosa a veces otra, pero ambas participan del  proceso creativo. Darme cuenta de lo que pienso y siento respecto a mis objetivos es muy importante para descubrir los ingredientes con que cuento para hacer mi pastel. Si son de buena calidad, el pastel saldrá bien, si son de mala calidad, no tanto. Es importante que revise la cualidad de mi acervo mental y emocional, si algo me hace ruido, si algo "no suma", ¿de donde viene? El primer objetivo ha de ser ordenar o limpiar eso para que el canal o camino esté mental y emocionalmente despejado, claro y limpio, sin obstáculos molestos que provengan de mi mundo interno

 5. Listando nuestros objetivos averiguamos lo que deseamos realmente. Hay que elegir.

Para concretar nuestros deseos, el primer paso, es tener claro qué deseamos. Cuando sabemos lo que queremos, los días tienen más significado y parece que todo rinde más.
Una forma de averiguar que queremos sería contestar a la pregunta: ¿Qué desearía realmente si estuviera completamente seguro de poder conseguirlo?. Hacemos una lluvia de ideas donde apuntamos todas las ideas que se nos ocurran sin entrar a valorar si son buenas, infantiles, juiciosas… y en esta fase tampoco nos preocupamos por el cómo, solo nos fijamos en el qué.
Una vez obtenidas las respuestas establecemos prioridades. Para ello comparamos la primera idea con la segunda y decidimos cual es la que nos importaría más y así sucesivamente.


6. Las personas que más éxito tienen en alcanzar sus objetivos son personas que saben quiénes son y qué quieren. Se trata de elegir objetivos que nos ayuden a realizarnos en nuestra vida. Hay personas que desde niños lo saben, si no es nuestro caso, se trata de definir nuestro proyecto en la adultez. la pregunta ¿qué quiero hacer con mi vida? es una pregunta que tiende a bloquearnos por ser demasiado general. Mucho mejor es preguntarnos: ¿Qué cosa positiva me gustaría hacer? Y organizar un plan en etapas para hacerlo.


7. Hacer la lista de propósitos de tal manera que la tarea nos ponga de buen humor y nos conecte con posibilidades. Cuando sabemos lo que deseamos y tenemos claro el objetivo que nos hemos propuesto, cuando  planificamos los primeros pasos a seguir,  nos sentimos más fortalecidos y más dispuestos a pagar el precio de alcanzar nuestro propósito.


8. El poder de un deseo dependerá de la manera en que se lo presentamos a nuestra consciencia y nuestro subconsciente. ¿Cómo le damos poder? Anotándolo. Es obligatorio. Al escribirlo lo hacemos real, claro y urgente. Planteándolo de forma específica. Cuantos más detalles más posibilidades habrá de conseguirlo. De esta manera, alertamos al cerebro para que se fije en las personas, cosas y recursos que necesitamos para concretar ese objetivo.


9. Fijar un plazo. Los plazos nos ayudan a centrarnos en el propósito y concentrar nuestras energías. Es importante que los plazos que nos pongamos sean realistas, posibles. Cuanto más real sea, más convencidos estaremos de que podemos hacerlo realidad.


10. Diseñar formas de medir el modo en que estamos dedicándonos a nuestro objetivo. Llevar un registro de nuestras actividades relacionadas con el objetivo.

11. Formular los deseos en positivo, evitando la palabra "NO". Si el objetivo nos sale espontáneamente formulado "en negativo", lo reformulo EN POSITIVO (ejemplo: "no comer en exceso" lo formulo "comer saludablemente", "no fumar", "SUPERAR mi adicción al cigarrillo".

12. Descubrí la emoción positiva que te produce imaginar la concreción de tu deseo y conectate con ella sintiéndola mientras enuncias tu objetivo en voz alta. Fijate el lugar del cuerpo donde sentís esa emoción positiva. Por ejemplo “he decidido con CONFIANZA encontrar un nuevo empleo. Respirá hondo. Sentí esa emoción positiva en el cuerpo. (Si la emoción que se asocia naturalmente al proyecto es negativa, es porque hay alguna experiencia anterior que la genera, es aconsejable tomar nota de eso, y buscar ayuda para sanar esa experiencia negativa, porque a veces esas experiencias negativas anteriores bloquean nuestros proyectos presentes. Es como tener en nuestro circuito mental DOS MENSAJES CONTRADICTORIOS QUE BLOQUEAN NUESTRA ACCION: "haré esto" + "no lo haré porque es peligroso o porque en ese camino hay algo que una vez me produjo sufrimiento"). Es como si se encendieran en nuestro semáforo interior una luz verde y una roja al mismo tiempo. Si observás que te pasa eso, pedí ayuda porque ese doble mensaje (ambivalencia = quiero y no quiero) puede solucionarse.

13. Sé CONCISO al redactar tus objetivos. Cuanto más breve sea la forma de expresar el objetivo mayor impacto emocional tendrá y mejor se activarán tus redes de memoria para acercarte información asociada y despertar recuerdos positivos en el cerebro hacia la concreción del mismo. (Si los recuerdos que vienen son sólo negativos, necesitarás trabajar un poquito en eso primero para despejar esas nubes. Pedí ayuda, si con la voluntad no alcanza.)

14. Luego de hacer la lista es necesario en un SEGUNDO MOMENTO que fijemos un plan de acción concreto para cada objetivo.  El plan de acción es pensar el cómo, pensar los pasos que vamos a dar para llegar a nuestro objetivo-deseo. Podemos usar el método de lluvia de ideas  o elaborar un mapa mental para determinar las acciones del plan.

15. Ordenar esas acciones. Descomponer las acciones más grandes en acciones más pequeñas. Los objetivos intermedios nos mantienen en movimiento hacia el plazo principal. Una vez establecidos los pasos y los objetivos intermedios hay que traspasarlos a la programación diaria. La programación acorta la brecha entre la planificación y la práctica. Supone una anotación en la agenda de las acciones a llevar a cabo. No dejarnos estar, emprender la primera acción de inmediato.
Por insignificante que sea el paso, ponernos en marcha con algo ahora!
Tomar lápiz y papel, una llamada, una idea, una frase, ahora. Es muy importante para mantener y hacer crecer el entusiasmo.


16. Confiemos. Nadie planta una semilla si no cree que va a florecer. Con la fe viene la acción y con la acción los resultados. Si hay falta de confianza, el primer objetivo debería ser buscar ayuda para recuperarla.

Felíz año nuevo !!!

Lectura recomendada:  ”La lámpara mágica, una estrategía para alcanzar tus objetivos” de Keith Ellis. Editorial Urano.