Un jardinero no es un cortador de césped.





Esta es una invitación a convertirnos en jardineros. En este EspacioDePsicoterapia sostenemos que hacer terapia en tanto pacientes o terapeutas es experimentar una relación orientada a crear y cuidar el jardín que "somos". Ese jardín que es nuestro mundo interno-externo, ámbito de experiencias vitales y creaciones.

Escribió Ray Bradbury:

«-...Todo el mundo debe dejar algo detrás, decía mi abuelo. Un hijo, un libro, un cuadro, una casa, una pared levantada, un par de zapatos. O un jardín plantado. Algo que tu mano toque de un modo especial, de modo que tu alma tenga algún sitio a donde ir cuando tú mueras, y cuando la gente mire ese árbol, o esa flor, que tú plantaste, tú estarás allí. No importa lo que hagas –decía-, en tanto que cambies algo respecto a como era antes de tocarlo, convirtiéndolo en algo que sea como tú después de que separes de ellos tus manos. La diferencia entre el hombre que se limita a cortar el césped y un auténtico jardinero está en el tacto. El cortador de césped igual podría no haber estado allí, en cambio, el jardinero estará allí para siempre». 


¿Cómo está tu jardín?  ¿Cómo querés que esté?

Otra cita que viene a cuento sobre la cualidad del trabajo psicoterapéutico que desarrollamos junt@s aquí, es la del escritor brasileño Mário de Miranda Quintana ( 1906 – 1994), llamado el Poeta de las Cosas Simples:

 “El secreto no es correr detrás de las mariposas…es cuidar el jardín para que ellas vengan hacia tí”