por Eduardo Chaktoura |
 |
| Ilustración: Alma Larroca |
Todo suma, se combina, se atrae, se repele. Todo se transforma
La alquimia es la magia del encuentro. Imaginen todo lo que puede resultar del aporte de ciertas dosis de ciencia, letras, números, arte, misticismo y espiritualidad.
Por qué no permitir que la palabra de hoy nos ayude a pensarnos en volar en mil y una alfombras, en imaginar la variable.
Más allá del fortunio y la casualidad, acorde a cada proceder, siempre puede sorprendernos la naturaleza de las oportunidades. De alquimia se trata. Dejémonos convencer, por un momento, que probablemente algo cambiará si nos atreviésemos a pensar en el juego de la alternativa. Sólo hay que atreverse, disponerse y poner en juego la curiosidad, la flexibilidad, el optimismo, la apertura al conocimiento y al cambio.
Todo suma, todo se combina, se atrae, se repele. Todo se transforma.
Si bien, como todo en el duelo de opuestos de la vida, el imaginario popular relacionó a los alquimistas con el mal, con el engaño y la magia oscura; la palabra trasciende, va más allá de los mitos y el efecto de cualquier poción.
Los expertos en alquimia creían que había tres componentes fundamentales: mercurio, azufre y sal; para obrar en nombre del espíritu, el alma y el cuerpo.
¿De qué tipo de ingredientes estaremos disponiendo en la cocina de nuestra existencia? ¿Qué estaremos echando a la olla a la hora de buscar la mejor receta para ser quien queremos ser?
Fuente: http://www.lanacion.com.ar/1678226-alquimia