¿Se aprende a amar, amando?



Se aprende a amar amando y siendo amado.
Se aprender a a cuidar cuidando y siendo cuidado.

El orden de los factores ¿altera el producto?

Desde el "viejo paradigma" es mejor recibir primero, para tener algo para dar después.  
Esto hasta cierto punto sigue siendo cierto respecto al "aporte mínimo necesario para sobrevivir".

Sin embargo, cada día nos habituamos más a la experiencia de vivir en un mundo
de complejidad, a experimentar cómo los sistemas a los que pertenecemos están interrelacionados, y que las relaciones NO son LINEALES UNIDIRECCIONALES, sino que hay un "ida y vuelta" en MULTIPLES DIRECCIONES Y DIMENSIONES que moviliza posibilidades de transformación hasta el último día de nuestra vida en esta tierra.

Todos hemos vivido algún tipo de herida o trauma.

Y es un hecho objetivo, que si estamos acá escribiendo o  leyendo, es porque  hubieron personas que "sea como sea" nos cuidaron "lo suficiente", y hemos sobrevivido.

Ese es nuestro punto de partida. Luego se trata de sanar las heridas que pueda haber dejado esa "experiencia de supervivencia"  que de una manera u otra, TOD@S portamos en nuestra mochila.

Es posible afirmar que cuando alguien sana sus heridas emocionales, se convierte en factor de salud no solo para sí mismo sino para otros.

Hay cambios sistémicos inapelables e inevitables.

No importa en qué integrante de un sistema empieza el cambio: Producir alguna novedad que aporta FUNCIONALIDAD ADAPTATIVA a cualquier punto del sistema, es nueva "información" que moviliza "cambios", y entonces es posible afirmar que ESO SANO empieza a circular y afectar positivamente al resto de los integrantes.

Cada uno absorbe la novedad del modo que puede, y es un HECHO, que es IMPOSIBLE que no haya algún cambio positivo de algún orden. Esto que afirmo tan taxativamente suena muy sorprendente, pero además de sorprendente, al mismo tiempo es cierto.