Dejar de Fumar: La dependencia del tabaco

Dejar de fumar se presenta siempre como una lucha contra la nicotina


Esa nicotina que sería la causa de nuestro deseo de fumar. 


No es la única cuestión. Hay otras sustancias que intervienen y desempeñan un papel en esa dependencia. 


Pero lo que aquí nos interesa abordar es el mecanismo de la dependencia.


En primer lugar la dependencia se da porque estas sustancias procuran placer. Un placer que repetido un gran número de veces por el mismo medio actúa como una memoria procedimental, es decir que da lugar a automatismos (hábitos) análogos a los que nos permiten ir en bici: aunque no hayamos montado en bicicleta durante veinte años, siempre se sabe ir en ella. Con el "pucho" es lo mismo. Un amigo te ofrece amablemente un cigarrillo, te lo llevas a la boca,  el gesto de encenderlo acercando la llama del encendedor a la punta del cigarrillo, aspirar golosamente una bocanada, etc. constituyen un conjunto de gestos automáticos muy bien integrados.


También nuestras neuronas son dependientes. Durante años recibieron su dosis de veneno, y el equilibrio de sus intercambios sinápticos depende ahora de él. A este nivel, podemos llamarlo objetal, en la medida en que afecta al cuerpo en relación con los objetos.  También afecta al placer aunque el enésimo cigarrillo del día se fume más por costumbre que por gusto.


El nivel objetal, es un nivel muy importante en la dependencia del tabaco, pero no sería el esencial.


Lo esencial depende de la imágen de uno mismo para uno mismo y en su relación con los demás: es el nivel narcisístico


"Recuerdo el tiempo en que yo era fumador. No podía imaginarme de otro modo que con un cigarrillo en los dedos, un paquete de cigarrillos en un bolsillo, y un encendedor en el otro. No era sencillamente YO como Jaques Roques, era Jacques Roques + tabaco. Mi yo había integrado mi imágen como fumador. Cuando lo dejé, por la noche soñaba con fumar. Todo ese estado del yo que había funcionado durante años regresaba en cuanto me relajaba en el sueño, como, por otra parte, el deseo de fumar podía aparecer en cuanto mi control se debilitaba, sobre todo si era reactivado por un disparador exterior."


Cuando decimos: "Soy fumador" , no estamos designando simplemente una función.




"Ser Fumador" es una MARCA DE IDENTIDAD. 




El yo del fumador no es exactamente el mismo antes que después de haber renunciado a la adicción.


Existe una disociación entre dos espacios psíquicos. 


La presión del antiguo Yo Fumador, puede ser muy grande.  Puede ser tan fuerte, que con frecuencia, luego de haber superado la adicción puede llegar a imponerse de nuevo.


Este aspecto del cigarrillo en relación a la Identidad sería el aspecto más esencial que sostiene la dependencia al tabaco


Alejarse definitivamente del tabaco puede requerir trabajar sobre estas marcas de identidad, además de poner en juego dispositivos y contactar con información para
contrarrestar los aspectos neurofisiológicos de la adicción a las sustancias químicas propiamente dichas. 


El 31 de mayo se celebra el DIA MUNDIAL SIN TABACO.  

Fuente: Roques, Jacques:  "Curar con EMDR - Teoría y Práctica", Editorial Kairós, Barcelona (2009) 




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